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Ramón Irigoyen es autor de 16 libros de obra original. Ha publicado también 15 libros de traducciones del griego antiguo y moderno.
"Descomunal poeta" (Juan García Hortelano)
"Ya era hora, coño, de encontrar una gran prosa castellana, nueva, vieja y eterna" (Francisco Umbral, Premio Cervantes)

‘Morderás el polvo’, Puigdemont

Artículo de Ramón Irigoyen. ‘Diario de Navarra’, lunes 08/01/18

En una visita a Pamplona cruzo por delante de la Ciudadela y al instante me acuerdo del golpista Puigdemont y de sus mariachis también golpistas. ¿Y por qué me acuerdo de estos sectarios que han envenado Cataluña y el resto de España y difunden el odio a medio mundo a través de televisiones y de redes sociales? Responderé a esta pregunta,  como dice Jorge Javier Vázquez en su programa  Deluxe de Telecinco, en cinco minutos, después de la publicidad.

Hagamos, pues, publicidad del maravilloso libro Las cuentas y los cuentos de la independencia (editorial Catarata), de Josep Borrell y Joan Llorach, que adquirí  en la  librería   El Mirador de Colmenar Viejo (Madrid), dirigida por  el magnífico librero navarro Julio Elvira. Los números como arma arrojadiza – “España nos roba” – utilizada por Artur Mas, Puigdemont y Oriol Junqueras parecen infalibles, salvo cuando las delirantes hipótesis en que se basan los cálculos son implacablemente desmontadas por dos linces de las finanzas como Borrell, presidente del Parlamento Europeo, y Llorach, ingeniero industrial y fundador de una empresa tecnológica especializada en medios de comunicación y telefonía.

Escribo la palabra ‘telefonía’ a las 17: 12 h del domingo, 7 de enero,  y me lanzo a consultar el resultado del Osasuna – Valladolid, que ha terminado hace casi seis horas y cuyo desenlace desconozco.  Entro en Diariodenavarra.es y me alegra el día este titular: “Osasuna 4 – Valladolid 2. Osasuna se regala una remontada contra el Valladolid con gol de Barja.” Este titular me suena tan bien como estas palabras extraídas del capítulo VI de Las cuentas y los cuentos de la independencia: “Una Cataluña independiente debería pagar todos los servicios que ahora recibe del Estado”. ¿O es que un mecenas extraterrestre le iba a suministrar gratis a Cataluña su red de embajadas y consulados, su propia Defensa y sus propios sistemas de gestión tributaria? ¿En qué se quedan los 16.000 millones de euros que estos orates – ‘orate’: eufemismo de ‘loco de atar’ – dicen que España le roba a Cataluña? Fin de la pausa publicitaria. Y volvamos a la Ciudadela de Pamplona, la gran precursora del artículo 155 de la Constitución española, cuya aplicación tanto ha humillado a los golpistas y a sus secuaces.

Hay una diferencia entre Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, que ha actuado con la paciencia de un santo a la hora de enfrentarse a los golpistas catalanes, y el Felipe II, en cuyo imperio no se ponía el sol, y que mandó construir en 1571 la Ciudadela de Pamplona  para que los independentistas navarros del siglo XVI no incurrieran en la veleidad de rebelarse e independizarse de España, que acababa de conquistarlos. Compárese el suavísimo artículo 155, que se ha aplicado casi pidiendo perdón a los golpistas, con nuestra ciudadela pamplonesa que Felipe II construyó con la contundencia con la que aquel genio de la política edificaba sus palacios y templos. Basta con recordar que la planta del celebérrimo monasterio de San Lorenzo de El Escorial, construido por el rey apodado El demonio  del Sur,  reproduce la forma de la parrilla en la que el mártir de este nombre – San Lorenzo –  fue asado vivo para dejar bien claro que Felipe II no era un alma cándida como casi lo ha sido Mariano Rajoy con los independentistas catalanes.  La Ciudadela fue construida para defender Pamplona del llamado ‘peligro extrínseco’ – o peligro extranjero – y también del llamado ‘peligro intrínseco’ – o peligro de que los habitantes del Reyno de Navarra, que, como escribió el embajador veneciano Contarini, tienen odio a los españoles deseen que vuelva su rey natural Juan de Albret y se rebelen contra Felipe II.

¿Y qué está leyendo ahora Felipe II en su tumba del monasterio de El Escorial? El rey Felipe II, pensando en el golpista Puigdemont y en sus xenófobos acólitos a los que se les ha ido la olla, está leyendo la excelente novela Morderás el polvo  (Fundación José Manuel Lara), galardonada con el XXXVI Premio de Novela Felipe Trigo, que su autor, Roberto Osa, ha presentado ya en la magnífica librería madrileña La Central y en la espléndida  librería Alejandría Ad Hoc de Pozuelo de Alarcón (Madrid), que dirige la librera y excelente escritora y pintora Lola Vivas.

Y, sonriendo de oreja a Colmenar de Oreja, Felipe II, el rey que no sonrió nunca, y también pensando en Puigdemont, está leyendo el espléndido libro de poemas Ausencia levemente prolongada (Huerga & Fierro editores), de Ana María Reyes Cano. Y piensa Felipe II: Ana María Reyes Cano ha clavado con fina ironía  la fuga de Puigdemont: Ausencia levemente prolongada.

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