Por la Feria del Libro de Madrid
«Por la Feria del Libro de Madrid». Artículo de Ramón Irigoyen publicado en «Diario de Navarra». Lunes, 3 de junio de 2013
Al visitante de La Feria del Libro de Madrid que desee emociones fuertes le conviene entrar por la puerta de la calle de O’Donnell y se encontrará a su derecha con la caseta número 1 que corresponde al Instituto Rumano. Y en esta caseta se hará esta pregunta: ¿cómo es posible que los miles de rumanos de todas las edades que han venido a trabajar a España hablen un español tan espléndido? Y ese genio de la enseñanza del inglés que es Richard Vaugham le dará la respuesta: porque los rumanos, como los niños y adultos de todos los países, no dedican ni un minuto a estudiar gramática sino que hablan horas y horas y ven y oyen mucha televisión. Los idiomas entran por los oídos y no por los ojos, como se empeñan en enseñarlos los profesores que, como ha declarado recientemente Richard Vaugham en Pamplona, enseñan el inglés como si fuera una lengua muerta. En esta caseta recuerdo a la poeta rumana Ioana Gruia, autora del fantástico libro «El sol en la fruta», que, junto con Ana Gorría, autora de «Clepsidra» y «Araña», dos libros excelentes, y Ricardo Virtanen, autor de los magníficos libros «Cuaderno de interior. Diarios 2003-2004» y «Sol de hogueras», recitó recientemente sus versos en la madrileña Tertulia Hispanoamericana Rafael Montesinos del Colegio Mayor Nuestra Señora de Guadalupe. Y, como ya escribió el poeta Eliot aquello de que “en el principio está mi final”, visito a continuación la caseta número 351, la última de la Feria, que está, a cinco metros, enfrente de la caseta del Instituto Rumano.
En esta caseta de la editorial Akal, que dirige Ramón Akal, encontramos libros de arte, de historia de todas las épocas, de clásicos griegos y latinos, y ese libro escrito por un primo de Doña Letizia sobre un episodio de la vida de la Princesa y que Jaime Peñafiel, en un programa televisivo, acaba de calificar literalmente – el libro, no el episodio – como “una cabronada”. Es la primera vez que a Jaime Peñafiel, esa fiera ilustre y experta en la historia de todas las monarquías de Europa, le oigo un taco en un programa de televisión. Una voz misteriosa que me llega del palacio de La Zarzuela me silba que no dé aquí el título del libro. También Akal acaba de publicar la novela “Último tango en Auschwitz”, de Andrés Sorel, a quien se la presentan en Madrid, a las 19.30, Juan Mayorga y Jesús Espino en la SGAE (c/ Fernando VI, 4) el martes 4 de junio. La extrema documentación que Jaime Peñafiel gasta en bodas de reyes Andrés Sorel la dilapida – con sentido exclusivamente positivo – en trances de la izquierda mundial desde las manifestaciones, con pancarta incluida, de Adán y Eva tras su expulsión del paraíso. Andrés Sorel tiene voz y tono de profeta bíblico. Es un gran escritor y coincide con Vargas Llosa en su pasión por los temas más atroces, como ahora el tema de Auschwitz.
En la caseta de Sial, contigua a la de Akal, Fernando de Orbaneja firma con gran éxito «La gran estafa del PP&La gran estafa del PP$OE. El libro está dedicado “a los indignados y hartos de tanta falsedad y corrupción”. Es decir, podemos adelantar que a Rajoy y sus muchachos ultraliberales – léase, depredadores del Estado de Bienestar sancionado en Maastrich – este libro no les hará ninguna gracia. Ellos no solo no están indignados sino que están encantados de haberse conocido, y la mentira y la corrupción les son muy rentables. Pero esta gente, tan poco aficionada a leer, pero incluso saltándose los dos primeros capítulos – Economía y Política -, deberían hacer el esfuerzo mental de leer el capítulo 3 en el que Orbaneja habla de la enseñanza. Estas páginas están escritas con la más absoluta sensatez y con la indignación por el destrozo educativo perpetrado por el PSOE y por el PP, que, en 30 años de democracia, han sido incapaces de crear una ley consensuada que ataje los gravísimos problemas de nuestra enseñanza, que tienen su raíz en una sociedad económica y culturalmente enferma.
En la Librería Áurea (Clásicos de Grecia y Roma), instalada en la caseta 74, está expuesto el excelente libro «La extraña odisea. Confesiones de un filólogo clásico», de Carlos Martínez Aguirre, catedrático de griego. Si, como con toda razón dice Richard Vaugham, un auténtico genio televisivo y radiofónico en la enseñanza del inglés, el inglés se enseña en España como una lengua muerta, podemos afirmar, sin ninguna exageración, que el griego y el latín se enseñan como dos idiomas incinerados antes del nacimiento de Atapuerca. Tanto en la enseñanza de los idiomas modernos como de los idiomas clásicos fallan estrepitosamente los métodos utilizados. El fracaso generalizado en el aprendizaje de idiomas, con las excepciones que no cuentan, demuestra que los métodos de aprendizaje han sido y siguen siendo nefastos.
Para calmar a helenistas y latinistas quizá indignados por estas opiniones – pero a quienes hay que recomendar vivamente que lean sin encresparse el libro de Martínez Aguirre, que solo se vende en la Librería Áurea localizable por Internet – acabemos este levísimo asomo a la Feria del Libro de Madrid disfrutando el excelente libro «Peccata minuta. Expresiones y frases latinas para el siglo XXI. Origen, uso y curiosidades» de Víctor Amiano. Estas frases hechas latinas – Ab ovo, Corpus delicti, Homo homini lupus, Panem et circenses… están comentadas con rigor, claridad y gracia.
Del montoncito de unos 50 libros que quería comentar recomendemos «Azul y rojo. José María de Llanos. Biografía del jesuita que militó en las dos Españas y eligió el suburbio» del magnífico escritor, también jesuita, José María Lamet, autor de 39 libros.